Ciudad de Posadas

Misiones está llena de contrastes pero Posadas tiene algo que la distingue. La ciudad se llena de vida e intensidad cada día, y se abre el portal de la selva que conserva sus raíces intactas.

Tradiciones tan arraigadas, atadas a un sinfín de leyendas y personajes mitológicos como cada 1° de octubre que se comparte un Yopará en la Bajada Vieja para ahuyentar al Karaí; la siesta innegociable porque de chicos aprendimos del Yasí yateré; e incluso incorporamos nuevas costumbres como cada paseo de las 7 Iglesias, que ya son un obligado en Semana Santa.

Posadas

Costumbres tan diferentes como el tiempo, que en cuestión de minutos puede cambiar. Como el mate o el tereré, que a pesar de ser opuestos se toman en cualquier época del año, a cualquier hora y en cualquier lugar. Como las historias de mensúes y kapangas, mezcladas con las novedades del día; el reviro y la torta frita cuando llueve y la gastronomía de autor; los veranos aplacantes en la costa del río y las mandarinas al sol que perfuman una siesta de otoño.

Posadas

Eso, o capaz sea la costanera. Pasear por la costanera del Paraná, con sus atardeceres espectaculares y las vueltas que confunden al horizonte y embellecen las historias de Instagram. O el Andresito brillando al sol, o incluso hasta un simple banco a la sombra de un lapacho florecido tiene un significado diferente. Esa sensación de mirar a un lado y ver al río, el puente y la costa paraguaya a lo lejos; y al otro lado te atajan a cada paso los restaurantes invitandote a disfrutar de la tarde. Son de esas cosas indescriptibles.

Te invitamos a esta experiencia. Sentí Posadas.